domingo, 25 de noviembre de 2018

HOMENAJE A NUESTROS AMIGOS FALLECIDOS DEL ATENEO DE MADRID


El Sólido Norte, Asociación Cultural no excluyente y  Convergencia Republicana, rinden homenaje póstumo a nuestros Presidentes y consocios del Ateneo de Madrid En noviembre mes de los difuntos nos hemos reunido para recordarlos porque “Cuando un ateneísta muere, nunca muere y siempre estará en nuestro recuerdo”       

En los últimos meses de 2018  nos dejaron:                        
Don José María Corona Salcedo- Don Miguel Ángel Blanco Fernández-  Don Antonio Cerro Sánchez y Don Modesto García.

jueves, 15 de noviembre de 2018

ENCUENTRO CON VERÓNICA CASTRO


                     

En Roma, Ricardo Ñique con Verónica Castro, en la fiesta de México







Para nosotros, ha sido una sorpresa el retorno de Verónica Castro, después de varios años ausente en la pequeña pantalla. La actriz mexicana, considerada en el mundo como la reina de las telenovelas, ha sido también cantante y presentadora de televisión. En una reciente entrevista concedida al diario El País, habla de La Casa de las flores,  precisamente en la presentación de la serie de Netflix.  En La Casa de las flores- encarna a Virginia, una mujer dueña de una floristería. También de su participación en Los ricos también lloran, película que en 1979 le abrió las puertas a Europa y América Latina, sin olvidar su primera novela “Yo no creo en los hombres” (en 1969) y en 1970 con su designación como el rostro del año, por el diario mexicano El Heraldo. Verónica Castro debutó  en el cine en la película Mi mesera, en 1971 con Un sueño de amor, Novios y amantes, el primer Paso con Ricardo Blume y Ana Martín. También en el teatro con Romeo y Julieta, y Don Juan Tenorio en el papel de doña Inés en 1975            

Verónica Castro comenzó como las grandes desde muy joven. En 1969 con 17 años hizo su primera novela, Yo no creo en los hombres, pero su papel en Los ricos también lloran (1980) y Rosa salvaje la catapultaron a la fama mundial. En los años 80 se convirtió en un referente dentro y fuera del país.                                  

Trabajó algunos años en Argentina y en Italia. En cierta ocasión sonó su teléfono y en la línea estaba Silvio Berlusconi para ofrecerle un programa de televisión como presentadora, pero don Emilio Azcárraga Milmo dueño de Televisa conocido como El tigre le puso sobre la mesa un cheque con la misma cantidad para que se quedara en México. Así  nacería poco después el reinado de Verónica Castro como presentadora de televisión.                                 

Creció su popularidad entrevistando a las estrellas de la época, de los 80 y 90 en México en un exitoso programa llamado “Mala noche”. Entrevistó a los grandes y a muchos antes de saltar a la fama. Ese espacio de Verónica Castro de entrevistas nació por casualidad. La actriz tiene dos hijos Cristian y Michel. A sus sesenta y cinco años cumplidos inicia una nueva etapa de su vida profesional. Te deseamos éxitos querida Verónica Castro: ¡Arrivederci carissima, ci vediamo presto!


Por Ricardo F. ñique Cornelio, amigo y ex colega de Televisa- Eco Noticias       

HOMENAJE A MANUEL C. ÑIQUE CORNELIO


               (En el décimo segundo aniversario de su fallecimiento, en México)    
                            Manuel no te has ido,  estas en nuestros corazones de tu familia que no te olvida y tus amigos que siempre te  recuerdan y preguntan por ti”

           Manuel C. Ñique Cornelio, sociólogo y antropólogo, distinguido entre los históricos e ideólogos del Aprismo, discípulo de Víctor Raúl Haya de la Torre. Considerado como un luchador sin tregua por la libertad de conciencia, la libertad de prensa, por la libertad de expresión, el derecho al trabajo, el derecho a la justicia. Al respecto dijo que no hay que confundir justicia con dádiva, el pan como una dádiva sino como el producto del esfuerzo del ser humano para ganárselo, como nos enseñó nuestro Maestro Víctor Raúl Haya de la Torre  

          En su discurso y dirigiéndose a los compañeros de Moche, en el 2003, dijo: “No quiero que nadie usurpe mi libertad de conciencia, no acepto que nadie mal interprete mi buen deseo de contribuir al Perú, al progreso, al desarrollo de mi país. No quiero que nadie señale mi mano para suscribir un documento que no me convence, eso significa ejercicio de la libertad de conciencia. Y ser aprista significa disciplina, y disciplina es aceptar el consenso, pero el consenso bien establecido desde abajo, no inducido desde arriba, desde las cúpulas  Manuel Ñique Cornelio desarrolló su labor en el extranjero, ante las organizaciones internacionales y no tuvo  cargo alguno del gobierno peruano, jamás de la cúpula ilegal de traidores, serviles del capitalismo neoliberal, transnacional, que toman el nombre del APRA y de Víctor Raúl Manuel luchó con denuedo por los trabajadores como representante de la Organización Regional Interamericana del Trabajo, ORIT, visitó las centrales sindicales de Europa, América, Asia y África, e institutos de capacitación y centros de cultura.                                                                          
Por recomendación de Víctor Raúl viajó a los países nórdicos, en Suecia hizo amistad con Olof Palme, en Dinamarca se interesó por los estudios y técnicas de motivación para el cambio organizacional:  Danish Trade Federation, Elsinore, Dinamarca, así como el uso de los medios de comunicación en la educación de los trabajadores.                                                                                

En Francia, Suiza, España e Italia lleva acabo intercambios con centros académicos. En Roma encuentros con las centrales sindicales CISL, CGIL, UIL, Instituto Italo Latinoamericano, IILA y el Centro de Acción Latina.      Manuel condenó a los falsos apristas de la cúpula ilegal y siempre demostró su lealtad y admiración a Víctor Raúl y a José Carlos Mariátegui como luchador por la Justicia Social. Destacó y sin paliativos que tenemos que detener la vertiginosa avanzada del fenómeno traidor ante la miseria y la pobreza de los hogares peruanos, que afecta ya desde el primer gobierno deficitario que presidió Alan García y destruyó la economía del Perú y las bases morales de la nación, para terminar entregando al Perú, con el uso de sus activas maquinaciones y sin escrúpulo alguno a una aventura execrable


En estos momentos cuando la militancia aprista, y sobre todo los jóvenes, de las nuevas generaciones tienen que adoptar decisiones fundamentales, bien vale recordar las recomendaciones de Manuel, para que actuemos con sabiduría y lealtad  a nuestro Maestro Víctor Raúl Haya de la Torre. Enérgico es su llamado a las compañeras y compañeros, porque los dirigentes del Partido tienen que proceder de las bases, venir de las bases, por la voluntad de las bases, por expresión de las bases. Lo mismo en los sindicatos, en los organismos no gubernamentales. Observando la realidad latinoamericana tenemos que reconocer que el poder del voto ciudadano no es suficiente para garantizar la afirmación y eficiente funcionamiento del proceso democrático. Para trabajar por la democracia hay que democratizar a los partidos políticos para que dejen de ser rebaños manipulados por minorías que por décadas detentan el poder de decisión.

Víctor Raúl Haya de la Torre no ha muerto, aunque intereses de grupo lo quieran hundir en el olvido, aunque sus beneficiarios lo negaran tres veces y muchas más. Tenemos que defender el legado del Indoamericano  Víctor Raúl Haya de la Torre y tenemos que democratizar el APRA                                    

Se ha escrito mucho de este ilustre trujillano, y se seguirá hablando, su personalidad  universal lo lleva a ser el latinoamericano del siglo XX y es vigente en este siglo XXI, de la integración latinoamericana, la unión de los pueblos de Indoamérica, del Pueblo Continente, de la América del futuro.

Manuel Ñique Cornelio como antropólogo y sociólogo es un histórico del Aprismo, leal a sus ideas y ferviente defensor del Maestro Víctor Raúl Haya de la Torre con quien se reunía para estudiar y analizar asuntos de carácter político y social. Ramiro Prialé, Andrés Townsend Escurra, Luís Alberto Sánchez, admiraban su capacidad de trabajo en el Partido. Con Ramiro Prialé conversaba sobre los asuntos importantes y delicados de la política nacional.                                                                                                                    

En cierta ocasión Manuel se dirigía a las compañeras y compañeros para  hablar de nuestros Mártires y compañeros de los años gloriosos del aprismo para decirles: ¿Acaso los grandes líderes, Haya de la Torre, Ramiro Prialé, Andrés Townsend Escurra, Manuel Seoane, Carlos Manuel Cox, Antenor Orrego, Alcídes Spelucín, Manuel Arévalo, Bufalo Barreto, Luís Alberto Sánchez, en fin no fueron tentados por la fortuna material para que dejaran de lado sus compromisos de justicia? Ellos y todos ellos se resistieron a las  tentaciones del oro de la oligarquía para seguir siendo hombres cabales y morir en la humildad de sus hogares y dejar a las generaciones presentes y futuras vitales lecciones de moral y de ética. Todos predicaron con el ejemplo y tuvieron seguidores hombres y mujeres, que resistieron con tenacidad a las tentaciones del poder y más tarde mantenerse vigentes en la lucha por la democracia, la justicia social, la igualdad y la equidad ante el Estado de Derecho. Ellos, los seguidores de Víctor Raúl Haya de la Torre, tienen toda la autoridad para juzgar y darnos lecciones de Ética y Moral”.

A Manuel Ñique Cornelio se le recuerda como al gran comunicador social, las personas que le conocieron fueron asiduos oyentes de sus programas radiofónicos y le rinden homenaje por su profesionalidad y maestría, porque sabía ilusionar y comunicar con su agradable timbre de voz, su inteligencia de experimentado comunicador. En México, su programa “El mundo en que vivimos” despertaba gran interés por los temas tratados y era también un mensaje de cómo hacer radio moderna, sin cansar. El espacio “Viajando con la Red”, es otra invitación para disfrutar  visitando países y lugares, como él nos enseñó con sus viajes alrededor del mundo           En el Perú Manuel Ñique Cornelio marcó un hito en la historia de la radio difusión, con su timbre de voz inconfundible, en Radio Panamericana de Lima junto a con el grupo de profesionales como Humberto Martínez Morosini, Pepe Ludmir, Ina Duval, Pablo de Madalengoitia, Zeballos, Bacigalupo  etc.

En México fundó junto con varios compañeros el Sindicato de Radio y Televisión,  STIRT y en Lima fundó l emisora del Partido Aprista, Radio Continente y Radio Incahuasi, junto con el compañero Lucho Loli