MARÍA ANTONIETA ZEVALLOS DE PRIALÉ
(Nuestra
compañera, ejemplo de lucha por la dignidad de la mujer y la familia)
Hoy rendimos
homenaje a Doña María Antonieta Zevallos de Prialé, destacada política peruana
secretaria de Coordinación Femenina del APRA y concejal del distrito de Jesús
María, organizadora de la primera
biblioteca pública distrital, diputada entre 1985 y 1990 y designada por Víctor
Raúl Haya de la Torre como primera secretaria de coordinación Femenina del
Partido Aprista Peruano.
Antonieta Zevallos esposa de Ramiro Prialé dedicó buena parte de su militancia al servicio de la organización de la Navidad del Niño del Pueblo, la obra más importante soñada por Haya de la Torre para ser continuada como su legado para la posteridad, después del APRA, su partido.
Antonieta Zevallos esposa de Ramiro Prialé dedicó buena parte de su militancia al servicio de la organización de la Navidad del Niño del Pueblo, la obra más importante soñada por Haya de la Torre para ser continuada como su legado para la posteridad, después del APRA, su partido.
La Fundación
de la Navidad del Niño del Pueblo es hoy en día la actividad principal que
lleva su nombre. Víctor Raúl la designó en su testamento como su primera
presidenta cargo que sólo dejó por una enfermedad que le causó su fallecimiento
el 8 de agosto de 2006.
La labor social de la compañera Antonieta Zevallos fue destacada y reconocida en todos los ámbitos de la sociedad peruana por su capacidad y entrega en bien de esta obra social y humanitaria. La celebración nunca se interrumpió ni en los tiempos de la gran persecución del Aprismo, pero era más que eso, era la oportunidad de juntar a la familia en una fiesta en que se ponían de manifiesto la solidaridad de los que más tienen con los que menos o nada tienen. Se reunían las compañeras y compañeros con sus hijos en casas particulares o en La Casa del Pueblo, a tomar una taza de chocolate con un pan o butifarra, panetón cuando los tiempos eran mejores. Como con otras instituciones las dictaduras recurrentes trataron de borrar, pero sin conseguirlo. A partir de estos años empezó a destacarse la labor social de María Antonieta Zevallos de Prialé quien prácticamente adoptó como hijos a los niños del Pueblo, siguiendo instrucciones directas de Haya de la Torre.
A través de una labor titánica digna de la esposa de Ramiro Prialé, se propuso llevar una sonrisa a la mayoría de niños pobres del país. Sólo la enfermedad la ha hizo abandonar a medias esta destacada labor social. Los jóvenes y no tan jóvenes de hoy la recordarán, esperamos que el país le haga el reconocimiento que merece.
La labor social de la compañera Antonieta Zevallos fue destacada y reconocida en todos los ámbitos de la sociedad peruana por su capacidad y entrega en bien de esta obra social y humanitaria. La celebración nunca se interrumpió ni en los tiempos de la gran persecución del Aprismo, pero era más que eso, era la oportunidad de juntar a la familia en una fiesta en que se ponían de manifiesto la solidaridad de los que más tienen con los que menos o nada tienen. Se reunían las compañeras y compañeros con sus hijos en casas particulares o en La Casa del Pueblo, a tomar una taza de chocolate con un pan o butifarra, panetón cuando los tiempos eran mejores. Como con otras instituciones las dictaduras recurrentes trataron de borrar, pero sin conseguirlo. A partir de estos años empezó a destacarse la labor social de María Antonieta Zevallos de Prialé quien prácticamente adoptó como hijos a los niños del Pueblo, siguiendo instrucciones directas de Haya de la Torre.
A través de una labor titánica digna de la esposa de Ramiro Prialé, se propuso llevar una sonrisa a la mayoría de niños pobres del país. Sólo la enfermedad la ha hizo abandonar a medias esta destacada labor social. Los jóvenes y no tan jóvenes de hoy la recordarán, esperamos que el país le haga el reconocimiento que merece.
Los tiempos
han cambiado tras el fallecimiento de su presidenta Antonieta Zevallos, muy
delicada de salud recomendó, el 8 de agosto de 2006; “Que La Navidad del Niño
del Pueblo que yo fundé y presidí se realice cada año”
En 1969, en
plena dictadura, Haya de la Torre encontrándose en Paris, me escribió a Roma en
su carta del 4 de enero me comentaba que “el reparto de paquetes de aguinaldo,
que hizo el Partido con motivo de la Navidad del Niño del Pueblo fue un suceso.
Se repartieron cien mil paquetes entre la Casa del Pueblo, las barriadas y en
Vitarte. Me informan que nunca hubo reparto mejor.
El Partido está vivo y fuerte necesitamos apoyar su campaña a favor de las elecciones. Termino aquí con un abrazo y espero tus noticias. “VÍCTOR RAÚL”
Haya, sumamente preocupado por la situación del país
me dijo; debemos reunirnos y tomar contactos con los compatriotas y amigos para
pedir elecciones. Yo iré a Italia en los próximos días; tiempos difíciles e
inciertos hasta para comunicarnos, Víctor Raúl como otros líderes del Partido
se encontraba fuera del Perú o camino del exilio. El Partido está vivo y fuerte necesitamos apoyar su campaña a favor de las elecciones. Termino aquí con un abrazo y espero tus noticias. “VÍCTOR RAÚL”
La fiesta de La Navidad del Niño del Pueblo no se interrumpió
Por Ricardo F. Ñique Cornelio