sábado, 29 de abril de 2006

America latina y la crisis del proyecto neoliberal

La noticia que conmovió al mundo en l989 fue la caída del Muro de Berlín.
Dos años más tarde se derrumbaba el Imperio Soviético, en l99l. Estos dos
hechos históricos serán evaluados en su más cercana verdad por las generaciones posteriores a la nuestra. Había terminado la bipolaridad del mundo.
En estos primeros años del inicio del Tercer Milenio, tan esperado y tan te
mido, el fenómeno de la Globalización económica ha definido rápidamente
a la Humanidad, en dos realidades opuestas : la de los pocos que tienen mucho y la otra, la de una abrumadora mayoría de pobres y de miserables que enferman y mueren por la desnutrición, y la más espantosa de las enfermedades; el hambre.
En el año 2001, el 11 de Septiembre, suicidas islámicos golpearon el corazón y el cerebro del Imperio del Capitalismo. Semanas después Afganistán pagaba las consecuencias, la guerra entre el mundo capitalista, de floreciente materialismo y el mundo islámico, de dogmas fundamentalistas, se intensificaba.
Fuerzas regulares de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y otras naciones amigas de Washington, combaten desde entonces para acabar con las guerrillas islámicas de Afganistán, curtidas éstas en luchas contra los ingleses, los soviéticos y ahora contra los que "combaten contra el terrorismo", con todas las ventajas y desventajas de sus más modernas tecnologías.
Jamás, ni durante los años de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos de Norteamérica habían dispuesto de presupuestos militares tan elevados como ahora, en que la economía más grande del mundo atraviesa por grave crisis. Algunos analistas dicen que el Proyecto Histórico del Capitalismo Global, con modelos "neoliberales", ha entrado en su declinación.
Cierto, o no, lo objetivo, lo cotidiano, es que la guerra entre Israel y los palestinos se ha intensificado y ha puesto en evidencia que el mundo islámico se compromete más con la causa de Arafat.
Por razones estratégicas y ante el riesgo de enfrentar una conflagración mayor, el Pentágono se esfuerza por establecer un aparato militar interamericano, que permita controlar cualquier surgimiento de fuerzas anti norteamericanas al sur del Río Bravo. Similares preocupaciones tiene Estados Unidos en diversas partes del mundo, como que si los hechos del ll de Septiembre
hubieran tocado el avispero de las inconformidades de un mundo económico, social y políticamente desequilibrado.
En este escenario América Latina se mueve con preocupación, entre una obediencia oficial de sus gobiernos y el enojo de los pueblos que padecen desempleo, pobreza, hambre y desnutrición. La Cumbre de Monterrey no despertó expectativa de progreso social. Además, Argentina no concitó la debida atención a la gravedad de su crisis, en un aparente o real propósito de ponerla en situación de aceptar las archiconocidas recetas del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
Los casos de Argentina; la existencia de un gobierno "revolucionario" en
Venezuela, la guerra de grupos insurgentes en Colombia, la reaparición de
actos terroristas en el Perú; la inminente victoria electoral de "Lula" en Brasil; el destape de actos de corrupción en todos los países latinoamericanos y las consecuencias de las políticas "neoliberales" implantadas en la región, no admiten postergaciones.
La deuda externa latinoamericana hace las veces de un tremendo dogal, que
somete a los más de 500 millones de habitantes de esta parte del mundo a
los dictados del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. Son
más de 700 mil millones de dólares del endeudamiento regional, dinero que no se aplicó para el desarrollo de nuestros países, sino para crear "neo
oligarquías", que sirvieran de incondicionales agentes del Capitalismo transnacional. Cada niño que nace debe más de l,200 dólares, en países donde muchos millones sobrevive con menos de un dólar por día.
Como los estrategas del "neoliberalismo" idearon formas para aplastar a los
sindicatos y a los partidos de centro izquierda, estas agrupaciones tratan de
recobrar vigencia, sin haberse renovado. Hablan de democracia, pero no la
practican hacia el interior de sus organizaciones. Añejas y corruptas cúpulas mantienen el poder en sindicatos y partidos políticos. No entienden que los tiempos han cambiado y que la democracia formal, de votar en elecciones, no es suficiente; que es necesario entender e implantar la democracia participativa, con el ejercicio de consulta a las bases de la sociedad civil y a la participación permanente de la ciudadanía en el manejo de los intereses del pueblo.
Hace como cinco o más años, un diputado o senador argentino, dirigente sindical, de apellido Barrionuevo, exclamaba: "Dejen de robar dos años y podremos pagar la deuda externa". Los negociados, el tráfico de influencia, la venta ilegal de armas y demás formas de enriquecimiento ilícito fueron minando la economía del otrora país rico, al que durante la segunda guerra
mundial, le debían miles de millones de dólares. Hoy Argentina tiene una
deuda de l40 mil millones de dólares. Lo más grave es que en un solo día
20 mil millones de dólares salieron de los bancos argentinos al extranjero,
sin que se tuviera evidencia de para qué y a favor de quienes se fugaron
esos recursos. Todo esto ha ocurrido en tiempos de Menem y en parte del abortado gobierno de De la Rúa. Hoy este país no tendrá más que aceptar
los dictados del FMI, con el enojo de su población.
Hace casi unos cuarenta años, el periodista John Gunther escribía lo siguiente: "Los viajeros que visiten el continente que se encuentra al sur del
nuestro deben disponerse a enfrentar varias conmociones, y no solamente
porque hay todavía hoteles que nunca han oído hablar de un Traveller´s chek". Entre las características predominantes es inevitable señalar la
pobreza, el atraso y el estancamiento.
El ingreso "PER CAPITA" es de apenas 260 dólares por año, en comparación con 2,975 dólares anuales en los Estados Unidos; y el área en su conjunto, incluidos los diez países (Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Bolivia Chile, Paraguay, Uruguay, Brasil, Colombia y Venezuela) debe clasificarse estadísticamente como "subdesarrollada", el único continente totalmente subdesarrollado, aunque comprenda la mitad del Hemisferio Occidental. La absurda y vergonzosa desigualdad de ingresos hace más chocante el hecho. El dos por ciento de la población de América Latina posee el 70 por ciento de la riqueza. Los ricos envían anualmente cientos de millones de dólares a las cuentas secretas de los bancos de Suiza y Nueva York, mientras los campesinos en las colinas estériles y los habitantes de los barrios miserables de las ciudades tienen que vivir con 40 céntimos por día o menos aún.
Esta visión del periodista estadounidense JOHN GUNTHER, sobre América del Sur, descrita en los años de la década de los sesenta, sirva hoy para evaluar lo que acontece en esta parte del mundo. Entonces los l0 países de la región, tenían menos de 200 millones de habitantes. Hoy América Latina , incluido el Caribe, América Central y México tienen más de 500 millones de personas.
En estos años iniciales del Siglo XXI tenemos que admitir que las condiciones económicas, sociales y políticas de la región se han deteriorado mucho más. La aplicación de políticas "neoliberales" han generado desempleo, deterioro del poder adquisitivo de los salarios, se ha extendido y acelerado el proceso de empobrecimiento de más del 70 por ciento de la población, delos cuales más de l00 millones viven en extrema pobreza.
A contramano, menos del l0 por ciento de los habitantes de la región detentan el 47 por ciento del producto bruto regional, al mismo tiempo que el proceso de endeudamiento se incrementa aceleradamente, sin que se alcance a explicar para qué han servido esos 760 mil millones de dólares a que asciende la deuda latinoamericana. Sin embargo, el pueblo, la gente que trabaja en el sector formal, como los que están en la informalidad de los mercados callejeros, deben pagar vía impuestos directos e indirectos, esa carga, que muchos analistas denominan la "deuda externa".
Es necesario señalar que en l947, en el pueblo suizo de Monte Péllegrino (Mont Pélerán o Monte Peregrino)se creó la Sociedad de Monte Peregrino, al que se incorporaron los más destacados economistas de las universidades de Estados Unidos, Europa y de América Latina, quienes se comprometieron a divulgar el dogma de la libre empresa y de la desregulación del mercado.
Años más tarde, al promediar la década de los setenta, entró en acción el
proyecto "Neo Liberal", con la campaña de endeudar a los países en desarrollo, a la vez que corromper a gobiernos y a líderes políticos y sociales, con el fin de incorporarlos a sus huestes incondicionales.
Casi inmediatamente impusieron sus recetas a través del Fondo Monetario
Internacional y del Banco Mundial a los países previamente endeudados
que requieran recursos financieros para un desarrollo que nunca llegó.
Después de haber pagado varias veces el capital de sus deudas, la naciones
latinoamericanas deben por capital e intereses, más de tres veces la suma
de los créditos recibidos.
En las páginas del libro de Von Hayek-"Camino de Servidumbre-escrito en
l944-encontramos esta aseveración: LOS SINDICATOS SON LOS CUL
PABLES DEL EMPOBRECIMIENTO DE LAS EMPRESAS, YA QUE, CON SUS EXAGERADAS DEMANDAS SALARIALES IMPIDEN LA CAPITALIZACION DE LOS NEGOCIOS. Agrega: ES NECESARIO REDUCIR LAS NOMINAS DE TRABAJADORES, ESTABLECER LIMITES SALARIALES, IMPULSAR LA CONTRATACION INDIVIDUAL DE LOS TRABAJADORES A FIN DE ACABAR CON EL PREDOMINIO DEL MOVIMIENTO OBRERO.
En cuanto a los efectos de tales medidas, dice que es necesario tener una reserva estratégica de desempleados, sin que importe que éstos vivan en la pobreza, "PORQUE AL FIN SIEMPRE HAN EXISTIDO POBRES" y aboga por el establecimiento de GOBIERNOS FUERTES para que tales propuestas se cumplan.
Propone igualmente el adelgazamiento del estado, para que deje de intervenir en la economía, la cual debe estar en manos de la iniciativa privada. Que los Bancos Centrales de los países deben ser entes independientes de toda intervención gubernamental, para evitar así la inflación y los excesos en el gasto público. Así mismo demanda que los gobiernos dejen de gastar en programas de desarrollo social, porque el desequilibrio social, de pocos ricos y muchos pobres es necesario para incentivar la competencia entre los que tienen mucho para que éstos tengan más y para que los pobres se esfuercen por tener.
No es necesario explicar cómo se han aplicado estas recetas en América Latina, donde el desempleo no sólo es tremendo en número de trabajadores
que perdieron sus empleos, sino frustrante, porque las generaciones que ingresan al mercado laboral tienen pocas, poquísimas posibilidades de tener
un trabajo dignamente remunerado.
Nadie podrá contradecirnos de que, en líneas generales, América Latina ha
sido saqueada y obligada a endeudarse para mantenerla como tributaria del
sistema financiero internacional. Hoy cuando es evidente, por inocultable,
que el modelo "neo liberal" ha fracasado, a la luz de los resultados, no hay
propósito de enmienda en la conciencia de quienes manejan las instituciones financieras internacionales. Un solo ejemplo, el de Argentina, explicará mejor las intenciones del FMI y del BM, de imponer condiciones onerosas al pueblo austral, con la promesa de "ayudarlo" a reflotar su economía.
El riesgo está en que la extrema pobreza de millones de argentinos no aguanta sacrificios mayores, ni postergaciones a sus demandas de empleo, comida y asistencia médica.
Como el "neo liberalismo" ha generado los mismos fenómenos en nuestra
región, es necesario pensar en la necesidad de buscar respuestas propias a
nuestros problemas comunes, convencidos de que ningún poder extra regional vendrá a salvarnos. Quizás suene a expresión trillada, pero sino nos unimos como pueblos hermanos, para ayudarnos en familia, en una correlación de intereses y posibilidades locales, nacionales y regionales, cualquier esfuerzo aislado lleva la marca del fracaso. Los argentinos lo saben, por la dolorosa experiencia guerrera de Las Malvinas. Ellos como los demás pueblos al sur del Río Bravo, debemos unirnos en palabra y acción, sin que alimentemos revanchas de ninguna especie contra los poderes imperiales que nos sojuzgaron. De otra manera seremos historicamente responsables por un mayor deterioro de la calidad de vida de nuestras familias y de las tropelías neo coloniales del CAPITALISMO GLOBALIZADOR.
Recordemos que las primeras exhortaciones a la integración surgieron en lo que hoy es América Latina. Los imperios Azteca, Inka, y Aimara fueron el
esbozo de esfuerzos integradores. Bolívar nos advirtió, de que sí no nos unimos ( l824) "EL CAOS OS VA A DESTRUIR"
En 1928 VICTOR RAUL HAYA DE LA TORRE escribió su libro EL
ANTI MPERIALISMO Y EL APRA, con un llamado a la integración de América Latina. Sandino enarboló las mismas banderas en América Central, pero fue asesinado por la guardia nacional, encargada de custodiar los intereses estadounidenses.
Europa Occidental ensayó la idea unionista, en la post guerra y "vio que era
buena" y se creó la UNIÓN EUROPEA.

Para salir del enanismo político que caracteriza a nuestros gobernantes, hay
que insuflar un nuevo espíritu de superación en las nuevas generaciones, en
cargadas del relevo de aquellos liderazgos fracasados. El pueblo tiene la
palabra.

Ricardo F. Ñique Cornelio
De "Los Coloquios Culturales de Haya de la Torre", en el Ateneo de Madrid, que organiza El Sólido Norte y La Célula Aprista Víctor Raúl Haya de la Torre de Madrid.