lunes, 29 de mayo de 2006

ALAN GARCÍA: LA GRAN ESTAFA

Realmente Alan García Pérez tiene la habilidad de un "encantador de serpientes"; no es nada nuevo. Así lo hizo en 1985 y lo vuelve a repetir en esta tercera ocasión que con promesas y halagos tiene en su lista parlamentaria a jovencitas y jovencitos de la clase media devaluada, como heraldos de su arrepentimiento y promesas de buen gobierno. ¿Se le cree? Yo no.
Con un partido, el APRA a cuyas bases no ha consultado se presenta ante el electorado como un arrepentido de sus errores del pasado, que lo marcaron como un pésimo gobernante deshonesto y cargado de actos delictivos que no ha podido desmentir.

En su afán de que la candidata presidencial de Unión por el Perú, Lourdes Flores Nano le deja el campo libre para ganar el poder en la segunda vuelta, su ayudante Jorge del Castillo insiste en pedirle a la derechista que reconozca su derrota.

Los peruanos despertaron este fin de semana con un cruce de palabras ofensivas, que se llevaron de encuentro al presidente Toledo.

El mandatario venezolano Hugo Chávez protestó contra el presidente peruano por haber manifestado su decisión de firmar aún a costo de la oposición mayoritaria de campesinos y trabajadores de su país un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y como Alan García juega a dar su mejor cara ante Washington, también recibió lo suyo pues lo llamó
"ladrón de cuatro esquinas", "corrupto de siete suelas" y otros calificativos.

Al mencionar al ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez, con quien García Pérez tiene muy cercanas y secretas relaciones financieras y de compadrazgo, Hugo Chávez se guardó para mejor oportunidad los informes secretos de los negociados del ex presidente peruano como el de la venta de los aviones Mirage a Gadafi a más del doble de su valor final, dinero que no entró en las arcas del fisco peruano, ¿donde quedó el producto del primer negociado del doctor García Pérez?

Los resultados de la primera vuelta nos han dejado pasmados al comprobar lo dicho por César Hildebrandt de que volvemos a suicidarnos ante el encanto de unas promesas lanzadas por quien no cumplió parte ninguna. "Sí elegimos a García: nos estaremos pronunciando ante el mundo como un país no sólo indescifrable, sino enfermo, socialmente viciado".

Recuerda que una de las primeras medidas de Alan García en junio de 1985 fue congelar los ahorros menores de cinco mil dólares y cambiarlos por soles a un precio menor de su valor real.
"Fue un movimiento de altas finanzas" al decir de Enrique Cornejo eminencia gris del equipo económico de entonces y que vuelve a aparecer en la reedición de los sabios del Opus Dei, como garantes de que si Alan García llegare al poder no volverá a sacar su locura ni perjuro.

Es cierto que nos faltó tiempo para alertar a los jóvenes de los sufrimientos de sus padres y madres que tuvieron que hacer largas colas para comprar pan, leche y demás artículos de primera necesidad, para tener acceso a servicios de agua limpia, de luz y teléfonos eficientes cuyas tarifas no justificaban el deterioro de su calidad.

Otro juego financiero, del mismo tipo de economistas de Alan García fue el de cambiar el nombre del Sol, y su paridad, por el del Inti, con la equivalencia de mil soles.

Como el virus de la inflación ya se había extendido a todo el aparato productivo el Inti tuvo que devaluarse para dar paso al nuevo sol, con una equivalencia de un millón de antiguos soles. Todo esto en menos de tres años de gobierno de Alan García y sus amigos que ni por curiosidad habían leído las obras del fundador del APRA. Ellos se mezclaron con algunos dignos compañeros y compañeras para dar la apariencia de un gobierno aprista. De allí que tengamos que repetir: Alan García Pérez es un usurpador de la trayectoria de lucha antiimperialista de Haya de la Torre por cuya causa fue combatido por todas las dictaduras de América Latina. Las banderas de lucha del aprismo datan de los días de la guerra por la emancipación de esta parte del mundo del poder colonial de España.

Nadie puede restarle originalidad al reclamo de poner en la mente de las generaciones estudiantiles de gran parte del siglo XX el mensaje integrador que fue prédica palpitante del ilustre pensador e ideólogo Víctor Raúl Haya de la Torre adoptada por hombres y mujeres con responsabilidad de gobernantes de hacer viable el racional destino de América Latina, como una comunidad de naciones orientada por derroteros claros de afirmación de la democracia, como sistema de vida: con objetivos claros de lograr la justicia social e incorporar a los marginados al quehacer cotidiano de la producción de bienes y servicios y su culta legislativa de interdicción entre la población, como derecho al bienestar y al desarrollo.

Alan García Pérez no tiene razón de tomar el nombre de Víctor Raúl Haya de la Torre y del APRA como instrumento de divulgación ideológica y de compromiso con la historia.

Alan García y su gavilla no llegaran al poder. Que tu voto, en la segunda vuelta sea un acto de conciencia y no la reedición del fracaso que hizo tanto daño al Perú en el período de 1985- 1990.
Que pienses en la lucha por el rescate del aprismo, por el bienestar y el desarrollo de las nuevas generaciones del Perú y del resto de América Latina, así lo demandan nuestros mártires y nuestro compromiso por quienes forjaron nuestros ideales por la Unidad Latinoamericana.