lunes, 2 de noviembre de 2009

2009 AÑO DEL RESCATE DE NUESTRO PARTIDO APRISTA PERUANO Y DE DESAGRAVIO POR LA TRAICIÓN Y OFENSA A LA MEMORIA, DE NUESTRO

65 AÑOS DE COLOQUIOS CULTURALES DEL MAESTRO
“VÍCTOR RAÚL HAYA DE LA TORRE”

No es coincidencia que nuestros Coloquios se desarrollen desde hace nueve años, en la docta casa madrileña, el Ateneo de Madrid, para nosotros como el “Ágora” ateniense.

En nuestro país fue la “Casa del Pueblo”, donde Víctor Raúl Haya de la Torre, impartía sus lecciones mediante la “Mayéutica”, que es el arte de iluminar, un método socrático y filosófico de investigación y enseñanza.
Ateneo, viene del latín Athenaeum y era el templo de la diosa Minerva en Atenas, donde se reunían durante la época clásica, poetas, oradores, filósofos para leer sus obras

La intención del método mayéutico es elevarse, y Haya de la Torre buscaba eso, iluminar e ilusionar a una juventud entusiasta y a todas las personas sin distinción.
Víctor Raúl era un docente, en el amplio sentido de la palabra, un concepto universal de su concepción humanista.
En el Perú ya no se hacen Coloquios, los compañeros han descuidado esa tarea, han abandonado la misión de educar, y preparar a una juventud deseosa de aprender, no se esfuerzan para ser dignos discípulos de Haya de la Torre y toman su nombre sólo para aparentar y para esconder su mediocridad.
Para hacer Coloquios hay que estar preparado y lo recordaba don Miguel de Unamuno, filósofo y escritor español amigo de Víctor Raúl. Al referirse a la educación el repetía ¿Queremos revolución en la enseñanza? sí, pero antes revolución en quien enseña.

Haya de la Torre nunca descuidó la educación de su pueblo, siempre estuvo a su lado y abogaba por la convivencia. Así surgen los Comedores Populares y otras instituciones como La Navidad del Niño, el Día de la Fraternidad, y las Universidades Populares Manuel González Prada, etc.
Los Comedores Populares son un ejemplo, un recinto con encuentros, además de comer bien por poco dinero y con entrada libre. Acudían hasta los que criticaban al Partido Aprista, pero lo importante era, y sobre todo, ofrecer un buen servicio al pueblo.

ANÉCDOTA CURIOSA.- En agosto de 1967 el Jefe me invitó a almorzar, y antes dimos una vuelta por los salones saludando a los compañeros Ramiro Prialé y Jorge Idiáquez, que se hallaban conversando con los comensales
Haya de la Torre se acercó a un joven de buen apetito y le preguntó: ¿qué tal está la comida compañero?, el joven respondió: buena, muy buena, pero no soy compañero, precisó. ¿Puedo saber su filiación política?, soy militante comunista respondió. Ah, muy bien, es usted bien recibido, le dijo Haya.

Para recordar los 65 años de los Coloquios Culturales de Haya de la Torre, invitamos a Tito Drago, director general de la agencia “Comunica”, organizador de las cumbres para América Latina, es argentino, asesor de la Secretaría de Estado para Ibero América con sede en Madrid, el tema central: “América Latina, una sola nación”.
La Democracia en América Latina fue analizada con especial detenimiento, pero como dijera don Germán Arciniegas; “En Europa se nos critica casi siempre, dicen que nuestras democracias son un poco falsas…las de aquí peor”. El historiador y escritor colombiano no se equivocaba. Después de los atentados del 11 de septiembre, todo cambió en Europa y en el mundo, no sólo en Estados Unidos pudimos constatar que instituciones y organismos internacionales perdían credibilidad, como la ONU, y más aún con la invasión de Irak y lo que ya conocemos.
Tito Drago en su intervención destacó la interpretación que se da a la Democracia en algunas naciones. Empezó diciendo que unas elecciones no resuelven los problemas de los países, que la democracia es consulta popular, de abajo hacia arriba y no desde arriba, desde las “cúpulas”. En Estados Unidos no se consulta a las bases populares, al pueblo, las convenciones se realizan con los potentes, desde arriba, y esa es la diferencia. Es del 50 por ciento, o menos, a diferencia de Brasil donde vota más del 90.

Por mi parte dije, que el asunto peruano no es solamente de elecciones, que ya muchas elecciones han fracasado, porque no ha habido la conciencia de hacer un proyecto de desarrollo por el país tan atrasado como el peruano, que necesita avanzar en lo político, en lo económico y en lo social. Y sí tomamos solamente la democracia política fracasamos como políticos, porque no resolvemos el problema de la pobreza ni el desempleo ni todo el atraso social que vive el país. Tenemos que insistir que la Democracia no es un producto terminado que se implante en cualquier lugar sino que es un proceso de mejora continua. Por eso los dictadores dicen que la democracia no sirve, porque creen que el pueblo es sumiso, que se deja llevar, y que hay democracia porque hay elecciones. No, eso no es democracia, es el inicio de un proceso.

Drago recordó la frase de Víctor Raúl Haya de la Torre; “Ni con Washington ni con Moscú”, elogió al gran Indoamericano, que nunca por nunca habría permitido la derechización de su partido, el APRA, y su integración en la Internacional Socialista. Recordó que el habló de observadores y nunca dijo de integración en la Internacional. Para don Víctor Raúl, “El Aprismo es sin duda el experimento más aleccionador de un izquierdismo tipicamente indoamericano, libre de taras europeas y más comprensivo de nuestra realidad económica y social”.

A este respecto reiteramos a nuestros compañeros y compañeras que el PAP es un partido auténtico, original y único, y el Jefe lo precisó en Roma: “Nosotros somos un frente, no queremos otro frente”. En la Internacional se agrupan partidos ex marxistas leninistas como el Partido Comunista Italiano, PCI, que ahora es socialdemócrata, y otros que eran izquierda europea también, la derecha, el centro derecha y ultra derecha, están en la Internacional y no hay izquierda democrática.
Compañeros: pedimos que nuestro Partido Aprista Peruano abandone la Internacional Socialista y para siempre. Los apristas “hayistas”, sus militantes, cultores de su doctrina pedimos que el PAP sea el partido de los tiempos gloriosos que fundó Haya de la Torre.

Como sabemos desde 1927 los marxistas a las órdenes del Kremlin, desataron sus iras, ataques y calumnias contra Haya de la Torre, y ahora sostienen que Víctor Raúl fue marxista, pero otros nos atacan y hablan de “claudicación”.
Suya es la frase “Ni con Washington, ni con Moscú” e indica que somos un partido democrático de izquierda antiimperialista, que no estamos con ninguno de los dos imperios. Víctor Raúl estableció el deslinde entre aprismo y comunismo, en Bruselas, en 1927, en el Congreso Mundial Antiimperialista. “Lo que es bueno para Europa y para la Unión Soviética, no necesariamente es bueno para América Latina”, dijo en ese congreso, y nunca se lo perdonaron pero su decisión, como sabemos, se reveló justa.

A pesar de la cantidad de estudios sobre Víctor Raúl Haya de la Torre, sigue siendo un personaje excepcional, un político y pensador original”. Más allá de nuestro país nos percatamos mejor, porque en el Perú y en América Latina hemos sido más aficionados a copiar sin adaptar que a crear y Víctor Raúl Haya de la Torre creó un movimiento que interpretara los anhelos de su pueblo, con autonomía y con fe en una creación propia, y esos hombres son escasos.
Haya de la Torre ha marcado rumbos en Indoamérica, en el pensamiento, en sus obras, en sus libros, en sus tesis y en su acción. La figura de Víctor Raúl Haya de la Torre es universal, es vigente y muy respetable.

En estos tiempos de grandes desequilibrios económicos, sociales y políticos en que se loa al mercado y a la “globalización” de pocos ricos y muchos pobres, hay que rescatar los alegatos de Víctor Raúl Haya de la Torre a favor de la complementación económica, social y política de los países de América Latina, en la necesaria integración continental, que nos permita actuar responsablemente, con voz y presencia propias, en los escenarios donde se deciden las cuestiones mundiales.

El legado doctrinal de Víctor Raúl Haya de la Torre no es patrimonio exclusivo de los peruanos, sino herencia y compromiso de acción para las generaciones presentes y futuras de latinoamericanos, asistidos por la ciencia y la tecnología como herramientas de la gran transformación; para transitar del subdesarrollo sumiso y derrotista a la plenitud del desarrollo pleno de los más de quinientos millones que viven en este todavía gran proyecto de nación continental.

Esa “cúpula” ilegal se arroga la representación de las bases, que jamás consultan y por tanto adolecen de legitimidad, y se han convertido en expertos manipuladores de grupúsculos de incondicionales que actúan como peones de la simulación.
Nuestra responsabilidad como seguidores de las ideas de Haya de la Torre, es demandar que nuestro Partido se reestructure mediante la reorganización de los comités distritales, provinciales, departamentales y regionales para que estén en capacidad legal de elegir a los cuadros de dirección nacional.

Es de rigor, que los partidos que se proclaman democráticos y de real vocación democrática, lo demuestren con el mandato fehaciente de sus bases. Y es obvio que no se puede hablar de democracia sólo en discursos y debates cuando se carece de sustento popular, cuando se maneja el partido como un negocio personal de un grupo de usufructuarios, de una aducida representación que no se tiene.

Es urgente llevar acabo el gran esfuerzo por llamar a la población aprista a los viejos y a los jóvenes, a que organicen y den vida a sus comités de base, mediante la práctica democrática de elegir a sus dirigentes y de apoyarlos en sus actividades, para que el APRA vuelva a ser el partido de las mayorías; el partido del frente único de trabajadores manuales e intelectuales; de la clase media progresista, de los sectores productivos y de las poblaciones urbanas y campesinas.
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Por Ricardo Ñique Cornelio
Secretario General de la Célula Aprista
“Víctor Raúl Haya de la Torre” de Madrid