martes, 8 de julio de 2008

Conmovedora evocación de los luctuosos acontecimientos de la Ciudad Mártir de Trujillo, en el 76 Aniversario de la Revolución

2008 Año del Rescate de nuestro Partido Aprista Peruano





Conmovedora evocación de los luctuosos acontecimientos de la Ciudad Mártir de Trujillo, en el 76 Aniversario de la Revolución.

La exposición del cuadro “Fusilamiento de Apristas”, del maestro y compañero piurano, Felipe Cossío del Pomar fue el inicio del acto celebrado en el típico restaurante peruano de Madrid, “El Inti de Oro”, con la asistencia de compañeros hayistas y amigos del Ateneo de Madrid.
Nada más elocuente que la intervención del c. Ricardo Ñique Cornelio para situar en el ánimo de los presentes los sufrimientos de tantas familias de los más de seis mil Mártires que no temblaron ante el pelotón de fusilamientos, que con patriotismo y fervor se inmolaron por el ideal aprista con el brazo izquierdo levantado y cantando la Marsellesa Aprista.

El secretario general de la Célula Aprista de Madrid “Víctor Raúl Haya de la Torre” recordó que por mucho tiempo Trujillo vistió luto por sus muertos que intereses mezquinos pretenden olvidar. Esto no se producirá dijo Ricardo Ñique, eso nunca, porque sus voces no se han apagado, y su sacrificio nos hace continuadores de su lucha, porque hemos retomado la antorcha, con voz más amplia, que es “La Revolución de las conciencias” para despertar en el ánimo de las nuevas generaciones el interés por conocer toda la verdad y nada más que la verdad.
Recordemos a esos valientes compañeros y compañeras que rubricaron con su sacrificio su devota entrega al ideal aprista, su comprensión del mensaje emancipador de Indoamérica.




El reto está allí, tenemos que retomarlo para hacerlo realidad de justicia, libertad y de sana convivencia entre todos los peruanos y latinoamericanos.
Ellos los héroes de Chan Chan, de Trujillo, Moche, Salaverry, Paiján, Laredo, Azcope, Cartavio, Casa Grande, Chicama, Pacasmayo, Cajamarca, Huaráz, El Callao…sí fueron leales a la causa de la gran transformación soñada por Víctor Raúl Haya de la Torre.



Así mismo manifestó que el 7 de julio de 1932 estalló la Revolución y ese año el Jefe máximo del Aprismo Víctor Raúl Haya de la Torre se encontraba prisionero en Lima y condenado a muerte por el dictador Sánchez Cerro, por eso personalidades de varias partes del mundo como el Premio Nóbel francés Romain Rolland formaron una comisión internacional pidiendo la liberación inmediata de Haya de la Torre.
Con Romain Rolland se unieron sus amigos los filósofos españoles Miguel de Unamuno, José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, célebre escritor y científico, Julián Besteiro, Presidente de las Cortes de la República Española, Jiménez de Asúa, penalista de fama internacional y otros distinguidos intelectuales, que desde España hicieron sentir su protesta. Haya de la Torre fue liberado y deportado por la dictadura.

El filósofo trujillano Antenor Orrego en su libro Pueblo Continente, escribe “Hasta los mismos jefes y oficiales de las tropas que asaltaron la ciudad reconocieron la bravura indomable y sobre humana con que se batieron en las trincheras los revolucionarios del 7 de julio. Verdaderos héroes civiles que murieron por una idea, por una doctrina, por una empresa ideal…”
La historia oficial pretendió culpar a los apristas de la matanza de los oficiales recluidos en la cárcel, hecho sangriento que el tiempo se encargó de esclarecer, pero fue pretexto para llevar acabo la matanza más brutal de miles de apristas y simpatizantes del Partido.
Por estos pronunciamientos revolucionarios se desató la política represiva de Sánchez Cerro, Benavides y Manuel Prado, en una larga pesadilla de más diez años. Delaciones, traiciones y demás debilidades humanas hicieron mucho más peligrosa esta etapa de clandestinidad del Aprismo, que se llenó de gloria con el martirologio de Manuel Arévalo, Bufalo Barreto y de muchos anónimos compañeros y compañeras que fueron encarcelados, torturados y enviados a la muerte.

Este encuentro ha sido la ocasión para pedir que se democratice nuestro Partido Aprista Peruano, y no podemos entender democracia sin la participación de las bases del APRA.

Nuestro país vive un momento político muy delicado por la actitud de una “cúpula” ilegal de traidores y oportunistas que jamás consultó al pueblo y a sus bases, distritales, provinciales, departamentales. El cinismo de esta gente ha llevado a tomar el nombre del glorioso partido de Haya de la Torre que aparece sumido ante la prepotencia neoliberal capitalista e imperialista que ofende la memoria de los Mártires y la de su Jefe y Fundador Víctor Raúl Haya de la Torre.

¿Cómo piensan participar en la democratización del Perú, si previamente no se democratiza el instrumento de ese proceso? Por eso estamos contra el manejo del Partido. Así mismo reclamamos que se haga un memorial o sea un monumento en memoria de los Mártires de Chan Chan porque no se puede echar tierra sobre la historia sepultando a quienes tuvieron el valor de ofrendar su vida en aras del ideal aprista.


Con Fe, Unión, Disciplina y Acción.

Por Ricardo F. Ñique Cornelio