martes, 3 de enero de 2012

UNIDOS PODEMOS TODO, DESUNIDOS NADA


La vida del Maestro Víctor Raúl Haya de la Torre, de Antenor Orrego, de Ramiro Prialé, Manuel Seoane, Andrés Towsend, Luís A. Sánchez, y los grandes líderes de su tiempo, nos dan el espaldarazo para no transigir jamás con el oportunismo y mantener limpias las banderas de lucha del Aprismo.

Compañeros: Deseamos compartir con vosotros nuestras tareas políticas y culturales. Queremos vuestro aporte cultural, iniciativas, y grandes ideas, que se tomarán en cuenta. Nuestro llamado es para participar unidos y formular nuestras propuestas, como en los tiempos de la confraternidad. Nuestro Partido Aprista Peruano desde hace años resiente de la ausencia de coloquios así como de una acción política eficaz, con lealtad, con vocación y disciplina como en los tiempos gloriosos de nuestra institución política.

El Ateneo de Madrid, desde hace 11 años nos brinda la oportunidad para desarrollar nuestra actividad de aprismo y cultura. La casa docta madrileña, como se le conoce, es para nosotros como el Ágora ateniense, y en el Perú "la Casa del Pueblo" donde Víctor Raúl Haya de la Torre impartía sus Coloquios Culturales, mediante el método socrático y filosófico de investigación y enseñanza; la Mayéutica.

Ateneo, procede del latín Athenaeum, era el templo de la diosa Minerva en Atenas donde se reunían durante la época clásica, poetas, oradores y filósofos, para leer sus obras.

La intención del método mayéutico es elevarse, y Haya de la Torre quería eso, iluminar e ilusionar a jóvenes entusiastas y a todas las personas sin distinción. Víctor Raúl Haya de la Torre es el docente, en el amplio sentido de la palabra, un concepto universal de su concepción humanista.

No podemos descuidar la tarea de hacer Coloquios y en nuestro país se ha abandonado esa misión educadora para ayudar a una juventud deseosa de aprender más y más. Nadie quiere comprometerse, pero el docente antes tiene que prepararse y no basta intentarlo. Don Miguel de Unamuno, filósofo y escritor amigo íntimo de Víctor Raúl, decía al respecto: ¿Queremos revolución en la enseñanza? antes revolución en quien enseña. HAYA DE LA TORRE, fue un batallador incansable por la unidad de la familia y por la integración continental, olvidó agravios, perdonó a sus más encarnizados perseguidores en aras de la unidad nacional y la vigencia del sistema democrático. Detestaba la demagogia tanto como el aventurerismo, porque ambos perturban la razón y la dirección realista de los pueblos. Fue claro en su decisión por revolucionar en un sentido científico, elevado e integral la vida del Estado.

Lamentablemente la ignorancia por un lado, el odio y el temor juntos, impidieron que este gran estadista accediera a la Presidencia de la

República conforme a la decisión del pueblo soberano.

Haya de la Torre nos enseñó como hacer política moderna, preconizó una

democracia moderna, siempre a tono con los nuevos tiempos. Abogó por la participación del pueblo en las decisiones del Estado, cuya reforma planteó

desde 1931.

En memorables exposiciones sostuvo: "Sí la política y la economía son conceptos inseparables, es preciso reconocer que así como los derechos

políticos emanan de la ciudadanía, el ejercicio de los derechos económicos

emanan del trabajo. La síntesis de ambos derechos fundamentan el concepto político de la democracia funcional que norma la participación

ciudadana en la vida del Estado, teniendo en cuenta su participación en la

vida de la nación" Y agregaba: "queremos un Estado en el cual el técnico y el experto dirijan las actividades estatales a fin de poder rumbar

científicamente hacia un nuevo camino que resuelva nuestros grandes problemas".

Nuestro Maestro Víctor Raúl, como todos sabemos, trabajó toda su vida por su pueblo, para educarlo, para defenderlo y liberarlo de la peor de las

tiranías que es la ignorancia. Los jóvenes son testigos de su lucha y el compromiso asumido por Haya de la Torre a favor de su educación, la

herramienta indispensable para que puedan enfrentarse a la vida y para que no sean rebaño borreguil al servicio de caudillos y cúpulas, de gente sin

escrúpulos que nada hace por su país. La ley de educación, de gratuidad de

la enseñanza desde el Kindergarten hasta la universidad, aprobada en 1968 es un ejemplo, y aún sigue en el cajón.

Víctor Raúl Haya de la Torre no ha muerto, fue muy querido por su

pueblo, porque confiaba en él y allí radica la grandeza del ilustre peruano,

Indoamericano. Con la muerte los genios, los hombres dignos se vuelven

personajes gloriosos, y esto pasa con Sócrates, Platón y Aristóteles, Gandhi

o Einstein que son vigentes. La persona muere sólo cuando se le olvida y Haya de la Torre nunca desaparecerá, porque su vida es un luminoso

camino, ejemplo para nuevas y futuras generaciones, que desde su gloriosa

tumba está llamando a jóvenes y no tan jóvenes a la ¡Acción! Compañeros y compañeras:

¡LUCHEMOS UNIDOS AL RESCATE DE NUESTRO PARTIDO!

¡VIVA VÍCTOR RAÚL HAYA DE LA TORRE! Por Ricardo F. Ñique Cornelio

Secretario General de la Célula Aprista

"Víctor Raúl Haya de la Torre", de Madrid