domingo, 17 de marzo de 2013

EL APRISMO NUNCA MUERE

Habrá Aprismo mientras los grandes problemas del país no se resuelvan de acuerdo con los intereses de los trabajadores. Este pueblo sabe de lo eterno, de lo cósmico, de lo alto y puro.
Se lo debe a los muertos, a los mártires, a quienes sacrificaron su vida para entregarnos mensajes de perennidad.

Pueden acabar conmigo, y tarde o temprano lo conseguirán, pero el Aprismo sobrevivirá hasta cumplir su destino.

Luego el Maestro recitó estos versos de César Vallejo, su amigo dilecto y paisano ilustre:

“Al fin de la batalla, y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre y le dijo: ¡No mueras, te amo tanto”!
Pero el cadáver ¡ay! Siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
¡”No nos dejes!  ¡Valor! ¡Vuelve a la vida”!
Pero el cadáver ¡hay! Siguió muriendo.
Entonces todos los hombres de la tierra le
rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar”

El Maestro nos dijo que mientras los oligarcas peruanos siguen
acariciando el sueño de que la muerte de Haya de la Torre será
la muerte del Aprismo, confundiendo  hayismo con aprismo,
nuestros trabajadores van pediendo la paciencia.
Han soportado muchas dictaduras antiapristas, muchos gobiernos  incapaces. ¡No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista!
Estamos llegando a un callejón que tiene sólo una salida: el Aprismo como gobierno, el Aprismo como Estado. Se acerca la hora de la gran transformación, y el Aprismo sigue andando, ahora con Haya de la Torre, y mañana sin Haya de la Torre.