HAYA DE LA TORRE Y SU PENSAMIENTO MAGISTRAL
“Por el Rescate y la Democratización de nuestro Partido Aprista Peruano”
No podemos entender democracia sin la participación de las bases del APRA, de abajo hacia arriba y no desde arriba desde las “cúpulas”.
Queremos contar con compañeros apristas leales de verdad, que no se quiebran, que los hay, pese a la gran traición del alanismo y la “cúpula”
Nuestro Maestro Víctor Raúl Haya de la Torre nos reveló que nunca se sintió dueño de toda la verdad del Partido; por eso se convocan asambleas de toda escala, provinciales, departamentales o nacionales; por eso hay plenarios, ampliados del Comité Ejecutivo, Convenciones y Congresos.
¿Qué objetivo persiguen estas consultas y estas deliberaciones?
Nuestro secreto es consultarnos- destacó con firmeza. Las grandes cuestiones del Partido se debaten de puertas para adentro. Esa es nuestra tradición magnífica y señera. Adentro se lavan los trapos sucios, si los hay y cuando los hay. Pero lo que se acuerda adentro se cumple y se acata afuera. ¡Nadie está por encima del Partido! Quien se rebela contra el Partido, ya no es aprista. Quien tenga que quedarse, se queda, quien tenga que irse, se va
Compañeros y compañeras; estamos ante una generación de traidores y vividores, de advenedizos, impostores y oportunistas que nunca fueron apristas, llegaron de otras vertientes y aspiran a ser congresistas. Esos mediocres se han beneficiado con cargos de favor, en embajadas, en los consulados, otros hasta reclaman que el partido no se acordó de ellos, como si se tratara de un reparto de beneficios.
Esa gente obtuvo la confianza de muchos militantes honestos que confiaron y creyeron en la segunda oportunidad, y se equivocaron. Los advenedizos nunca cumplen con lo que prometen al pueblo, porque son malabaristas del quehacer político, es gente sin escrúpulos, sin moral y sin patriotismo, que no le importa ni el prestigio ni la dignidad de nuestro partido democrático de izquierda antiimperialista, de lucha sin tregua.
Rescatar a nuestra institución política, es tarea ardua, pero no imposible, requiere de una fuerza ciclópea con espíritu de lucha, de entrega, de lealtad y firmeza para que el aprismo vuelva a ser lo que fue, primigenio y auroral, como los tiempos gloriosos con nuestro Maestro Líder y Fundador Víctor Raúl Haya de la Torre , con Ramiro Prialé, Antenor Orrego, Carlos Manuel Cox, Andrés Townsend, Luís Alberto Sánchez, Alcides Spelucín, Manuel Arévalo, Manuel Seoane, Bufalo Barreto, Alfredo Tello, Alberto Valencia, Luís Heysen, Ricardo Temoche, Nicanor Mujica y otros
Haya de la Torre se preocupó y trabajó por la educación de su pueblo, fue un maestro en toda la extensión de la palabra, “Educar para la libertad y para la Democracia ”, insistía. Sus afanes integradores y postulados de hace más de 90 años, tienen hoy vigencia, porque la tarea es ardua y las transformaciones tienen que hacerse en la conciencia como él lo propugnó, esto es, mediante la educación de las masas
Eduquémonos para amar y conocer mejor el Perú, nos recomendó. Yo fundé el Partido como un acto de amor. En el fondo, dijo, soy reformador social más que político. Víctor Raúl Haya de la Torre entendió, en la realidad dolorosa de su pueblo, que se necesita poder para cambiar la injusticia, para erradicarla, para construir un mundo de hombres libres y felices utilizando métodos que no suprimen “los derechos humanos”, ni que condenan a nadie a servidumbres de clase o de grupo. Tuvo que ser político y yo diría más que eso, un estadista, y en este rol quemó todo lo que a los varones comunes y corrientes ata a la mundanidad; dinero, hogar, familia, propiedades, bienes, concupiscencias, en fin.
Pero, quiero recordar, al respecto, las declaraciones del compañero Manuel Vásquez Díaz, que desde México me agradeció las fotos que le hice llegar, de la última visita a Roma de Haya de la Torre , en diciembre de 1977. Esto escribió el c. Manuel Vázquez Díaz:
“Gracias mil por sus líneas y por su magnífico envío de tres premonitorias fotos. Sí. Premonitorias fotos de usted, sus familiares y nuestro gran Jefe.
Me impresionó, especialmente, aquella en que Víctor Raúl, entre sus dos hijos, mantiene al menor entre sus brazos, mientras en su rostro refleja una cierta evidente ternura triste, aunque esperanzada en la generación que nos sigue, ya que la de él no supimos utilizar el grandioso camino que él construyó. Guardaré en mi relicario esas fotos y las mostraré a mis visitantes, pese a la participación culposa que me corresponde en la tristeza de Pachacutec”
El c. Vásquez Díaz, como tantos compañeros, que estuvieron con él, en el exilio y durante la gran persecución, supieron valorar y comprender la entrega total de su vida, su compromiso con su pueblo y con su Partido. Y, junto a su verbo señalando rumbos y exaltando responsabilidades, estuvo su conducta, expresión ética y moral de toda su vida ejemplarizante. Esos hombres son escasos, porque nadie como Haya de la Torre se dio íntegro con el ejemplo y la decencia, e hizo escuela en la lucha y defensa de los Derechos Humanos, la Justicia Social y por el Pan con Libertad.
Compañeros y compañeras: La Democratización y el Rescate de nuestro Partido Aprista peruano es urgente e indispensable, no sólo para reencausar nuestro trabajo a favor de la construcción de algo que ha sido reducido, sino para restablecer la confianza y esas ansias de superación de nuestro pueblo que se halla sumido en la desesperación
Debemos honrar la memoria de este gran Indoamericano y la de nuestros Mártires. No podemos entender democracia sin la participación de las bases del APRA, y con veedores. Nuestro Maestro Víctor Raúl, desde su gloriosa tumba, con su brazo izquierdo en alto, nos dice enérgico como solía hacerlo
¡Compañeros y Compañeras, adelante a la acción!